Los amigos y familiares de fallecidos chinos van a tener que renunciar a una costumbre, si no milenaria, sí bastante arraigada en sus funerales: las actuaciones de strippers.
Según un comunicado emitido este jueves por el Ministerio de Cultura, el gobierno planea trabajar estrechamente con la policía para eliminar tales actuaciones, que se realizan con el objetivo de atraer más dolientes, lo que se considera un presagio de buena fortuna en el más allá.
Hace un mes, las fotos de un funeral en la ciudad de Handan, en la provincia norteña de Hebei, que mostraban a una de estas bailarinas eróticas a pocos metros del finado y ante los ojos atónitos de padres y niños, provocaron una reacción en cadena en las redes sociales, y una especie de oprobio nacional. Entonces el mencionado Ministerio de Cultura, refiriéndose a actuaciones "obscenas" en diferentes provincias del país, se comprometió a tomar medidas enérgicas al respecto.
El Gobierno, que lleva años investigando y castigando este tipo de actos, ha condenado al organizador del baile de Handan a una multa de 70.000 yuanes (unos 11.300 dólares).
Numerosas funerarias ofrecen este tipo de servicios en los pueblos, a razón de 2.000 yuanes (322 dólares).
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