Un incendio forestal obligó ayer a una activista medioambiental a bajar del árbol que ha sido su hogar los últimos 451 días.
Miranda Gibson, de 31 años, había estado viviendo en la parte superior de un eucalipto en Tasmania desde diciembre de 2011, en protesta contra las talas masivas de las empresas madereras. Su noble vigilia atrajo la atención mundial, y fue celebrada por ecologistas de todo el planeta, como la líder de los Verdes de Australia, Christine Milne, quien la visitó en el árbol a principios de este año y alabó a Gibson por su contribución al medio ambiente.