Ni cremas hidratantes, ni envolturas en barro, ni bótox. Todo lo que se necesita para lucir una piel saludable y hermosa es un buen baño en serrín fermentado. Es la última moda, cómo no, en Japón, y parece que encanta a todo el mundo porque, dicen, hace retroceder el reloj biológico varios años.
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La popularidad de estos baños en salones de belleza se ha disparado recientemente en Japón, aunque se inventaron hace más de 70 años, en Hokkaido. Hoy día, sin embargo, se consideran una cura milagrosa para el acné, la anemia, la hipertensión, la obesidad e incluso la artritis, lo que hace que muchos japoneses desembolsen con gusto los 6.300 yuanes (75 euros) que cuesta este saludable tratamiento de salud y belleza.
Fuente: odditycentral.com