Walter Samaszko murió en junio de 2012 dejando atrás un tesoro escondido. Vivía solo, modestamente y aislado del mundo. Cuando los equipos de limpieza llegaron a su modesta vivienda en Carson City, hicieron el sorprendente descubrimiento de una vasta colección de miles de monedas de oro por valor de millones de dólares dentro de viejas cajas de municiones apiladas. La semana pasada, algunas de esas monedas recaudaron más de 3,5 millones de dólares (unos 2.664.636 euros) en una subasta en Nevada (EEUU).
Nadie sabe exactamente cuándo comenzó Samaszko la colección, o por qué nunca la vendió. En realidad, nadie sabía nada de él, a pesar de que vivía en el mismo barrio desde hacía décadas. Incluso pasaron semanas antes de que las autoridades descubrieran que había muerto.
Las monedas estaban perfectamente organizadas y etiquetadas, y se encontró un minucioso registro de su fecha de compra, que se remonta a 1964, cuando el precio del oro estaba alrededor de 35 dólares por 30 gramos. Esa misma cantidad del metal precioso se vende actualmente por más de 1.600 dólares.
En total, se subastaron 9.644 monedas en el Juzgado de Carson City. El resto de las monedas serán subastadas o vendidas más adelante. Aunque una parte de la fortuna será destinada a la agencia responsable de la recaudación de impuestos (IRS), la mayor parte del dinero se entregará a Arlene Magdanz, prima hermana del fallecido y ahora su única heredera, a la que sólo pudieron localizar identificando a los asistentes al funeral de su madre, años atrás.
Fuentes: http://www.upi.com/ y http://www.edmontonjournal.com/
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