Chen Guangbiao, que hizo su fortuna con el reciclaje, es un filántropo de alto perfil que el pasado miércoles empezó a distribuir latas del tamaño de un refresco llenas de aire, supuestamente, de lejanas regiones vírgenes de China, como Xinjiang, en la costa sureste. A decir de su promotor, en los últimos diez días se han vendido 8 millones de unidades, a 5 yuanes (1 euro aproximadamente) la lata. La recaudación de la venta se destinará a las regiones más pobres de China y a lugares de importancia histórica revolucionaria.
Las ya populares "Fresh Air" son verdes y anaranjadas, y tienen una caricatura de Chen en ellas diciendo: "Chen Guangbiao es un buen hombre". Por si no quedara clara la idea, un mensaje en la parte inferior de cada recipiente reza "Es una buena persona, tiene un buen corazón, hace cosas buenas".
"Quiero decirles a los alcaldes, los jefes de condado y los jefes de las grandes empresas: no sólo persigan el crecimiento del PIB, no persigan grandes beneficios a expensas de nuestros hijos y nietos y a costa de sacrificar nuestro entorno ecológico", dijo Chen.
La calidad del aire en China fluctúa considerablemente de un día a otro, pero en las últimas semanas se han registrado cotas muy por encima de lo que se considera insalubre. La contaminación del aire se mide en términos de PM2.5 o partículas 2,5 micrómetros de diámetro, que son absorbidas por los pulmones y pueden causar enfermedades cardíacas y pulmonares. La Organización Mundial de la Salud recomienda un diario PM2.5 nivel de 20 y dice que niveles superiores a 300 son los riesgos graves para la salud. La calidad del aire de Beijing con frecuencia supera el nivel de 500, y el 12 de enero se elevó a 755, el más alto de la historia.
"Salí de casa, caminé durante unos 20 minutos y empecé a sentid dolor de garganta y mareos", dijo Chen a Reuters en una entrevista en una concurrida de Beijing.
El empresario, de 44 años, cuya fortuna se estima en 740 millones de dólares según la lista de ricos Hurun, es un entusiasta e incansable promotor de sí mismo y algo así como una celebridad en China, con más de 4 millones de seguidores en Sina Weibo, la plataforma de microblogging más popular del país.
Admite que su lata de aire puede parecer un timo, pero asegura que es una manera de despertar a la gente sobre la importancia de la protección del medio ambiente. Su campaña ha creado desconcierto pero también aplausos de los medios y de gente desesperada por escapar de la contaminación.
Fuente: Reuters
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