1796:
Yekaterina (Catalina) II Alekséyevna de Rusia, llamada la Grande (en ruso: Екатерина Великая), fue sorprendida por un derrame cerebral en 1796, sentada en su retrete mientras evacuaba con esfuerzo y dolor un cólico letal. Murió pocas horas después. Fue enterrada en la Catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo con gran solemnidad entre los nobles a los que tanto favoreció. No en vano, su brillante y decisiva actuación abrió el camino de Rusia como gran potencia hacia la modernidad.
Miembro de la aristocracia alemana, se casó en 1745 con el que más tarde sería Pedro III. En 1762 apoyó un golpe de Estado y asumió el trono. Soberana ilustrada, mantenía correspondencia con Voltaire y recibió a Diderot en la corte. Catalina reinó como emperatriz de Rusia durante 34 años, desde el 28 de junio de 1762 hasta su muerte.
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