El pasado lunes, Robert L. Rutledge, técnico de una compañía telefónica de Lakeland (EE.UU.), llegó a su casa después del trabajo y, sin mediar palabra, intentó estrangular a su mujer.
Rutledge, ataque de cuernos. |
Ahora, se ha sabido que Rutledge, de 51 años, había estado espiando las llamadas telefónicas de su esposa desde su puesto de trabajo, y ese día la escuchó hablar con un desconocido, al parecer su amante.
No está claro si había escuchado sus llamadas en otras ocasiones, lo que sí se sabe es que, al volver al domicilio conyugal esa noche, apretó una cuerda alrededor del cuello de su cónyuge hasta que ésta se desmayó. Poco después, ella recuperó la conciencia y él e intentó estrangularla de nuevo, aunque la mujer fue capaz de escapar y correr a casa de un vecino para pedir ayuda.
El hombre, que se entregó al día siguiente y está en la cárcel del condado de Polk, sin derecho a fianza, desde entonces, se enfrenta ahora a cargos de intento de homicidio, obstrucción de la justicia, intercepción de la comunicación y violencia doméstica por estrangulación.
Su familia (la carnal, no la política) ha declarado, por su parte, que “Robert es un hombre bueno".
Fuente: articles.sun-sentinel.com