Hace unos meses se prohibió fumar en todos los lugares públicos de Bélgica. Como respuesta, el fotógrafo belga Frieke Janssens realizó una serie de imágenes surrealistas, melancólicas y teatrales, pero controvertidas, de niños fumando para expresar la contradicción de entre los peligros de esta práctica y la inmensa atracción por fumar. Él lo explica así:
“Los niños, de cuatro a nueve años, no tienen vergüenza de posar mientras disfrutan de su cigarrillo. (...) Al presentar a niños como adultos toda la atención se dirige al acto de fumar (…) Así, estos retratos evocan preguntas como: ¿es la prohibición de fumar la manera correcta de deshacerse de una adicción absurda? ¿Y son los fumadores tratados como niños pequeños que no pueden saber la diferencia entre el bien y el mal?”
Frieke, que tuvo la idea después de ver en YouTube a un niño indonesio de dos años que fumaba 40 cigarros al día, ha aclarado también que ninguna de las criaturas que él fotografió estuvo expuesta al humo en las sesiones, ya que los cigarrillos eran en realidad barritas de queso.
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